El Ministro de Sanidad
aspira a la Generalitat,
por eso vuelve a Catalunya
para intentarlo lograr.
Y es que Illa es un figura,
imposible de emular.
Su gestión en Sanidad
de nefasta no ha pasado;
a mentido por los codos
y se ha quedado tan ancho.
Ahora el paisano regresa
porque Sánchez lo ha mandado.
El año empieza caliente
en el ámbito político:
hay movimiento de tránsfugas
y candidatos de lujo.
La verdad es que se advierte
un insoportable tufo.
La llegada de vacunas
alientan a la esperanza.
Ojalá sean efectivas
y con el virus acaben.
Que cese el desconcierto
y los ánimos se calmen.
Francisco Barbachano