Que no falte el optimismo
en ese año que empieza,
es lo que deseo a todos
los que leáis estas letras.
Ya se que es mucho pedir.
porque la cosa está negra.
Ya van llegando vacunas
para vencer la pandemia;
vacunas que baten récords
y compiten entre ellas.
Ojalá que su eficacia,
tranquilice la impaciencia.
Que enderece los entuertos,
hable de vida y no muertos
y el ciudadano de a pie,
hasta crea en los expertos.
Esos que no tienen nombre,
porque los calla el gobierno.
Entremos con buen pie
y que reine la esperanza.
No hay que bajar la guardia
ni del año tener miedo.
Por ello, os deseo a todos:
muy feliz Año Nuevo.
Francisco Barbachano