Dicen en catalán:
“Per Nadal cada ovella
al seu corral, i per Sant Esteve
tothom a casa seva”.
No es de extrañar que este año,
a lo dicho se parezca.
A no ser que algún lumbrera
a medidos de diciembre,
se le abra la mano de golpe
y sea para España entera.
No es demasiado probable;
pero es tanta la incerteza.
Decisiones del Estado,
decisiones comunitarias,
Vacunas calientes y heladas
y quién sabe si achocolatadas.
Todos dicen la suya,
pero no te aclaran nada.
El miedo les acojona
y no saben qué hacer,
salvo descalificarse
por mantener el poder.
Y es que el ‘chollo’, amigos míos,
nadie lo quiere perder.
Francisco Barbachano