Roberto Giménez

Mi superior en éste digital hace muchos años me dijo que no podía escribir un artículo sin haber puesto el titular porque le sirve de guía, yo soy un tipo raro. Nunca sé el titular hasta llegar al punto y final. La última frase es el título definitivo. El alfa es el omega es mi estilo, pero esta norma general tiene una excepción: éste escrito. Mis lectores habituales observadores lo saben. La mayoría de los periodistas lo hacen. Pero soy una rara avis en el gremio de los plumillas…

No me fió  del inquilino del Palacio de la Moncloa. Este PSOE de Pedro Sánchez no digo como los exagerados de VOX que es inconstitucional ni tampoco cuando Pablo Casado se pasa de frenada. La exageración es un arma corriente en estas lides. Hay que tener palique. Todos lo tienen: Pedro Sánchez, Pablo Iglesias, Albert Rivera, Pablo Casado, Santiago Abascal menos pero el éxito de VOX es la reacción del nacionalismo español ante el órdago independentista de Artur Mas y Carles Puigdemont y de Oriol Junqueras, también. Quim Torra nunca habría ganado unas elecciones. Él ha sido un subalterno del fugado…

A muchos barones del PSOE no le gusta el Zapatero 2.0. El primero Felipe González, Alfonso Guerra, Susana Díaz, si estuviera vivido Alfredo Rubalcaba también, o los presidentes socialistas de Castilla-La Mancha, Aragón o Asturias porque les repatea que Sánchez haya pactado con BILDU y ERC. Estoy seguro que muchos líderes regionales tragan porque el cargo le lleva al silencio porque fuera de la política hace mucho frío.

Me sube la biliburrina al ver que la minoría de Pablo Iglesias corta el bacalao y que Sánchez se lo permita. Tengo una edad para añorar a los políticos de la Transición porque eran unos jabatos en comparación con los actuales. 

Hace un año que Albert Rivera dejó la política y no volverá porque en abril del 2019 dejo hecho unos zorros a Ciudadanos, y ahora se permite criticar a Inés Arrimadas que hace lo que no está escrito porque el viento le sopla en proa. Rivera no quiso pactar con Pedro Sánchez.

 Antes de las últimas elecciones decía que pactar con el sin Iglesias sería una pesadilla, pero el madrileño es tan falso como el duro de un sevillano.

España tiene triple crisis:   dos económicas por la dependencia económica y por la tensión territorial pero éste Estado Nación es más fuerte que todos políticos. En ese sentido estoy tranquilo. No tengo miedo. Hoy no titulo así esta Carta del Domingo.

Roberto Giménez