Con la lengua tan ligera
un tipo como Simón,
es justo que se demande
en masa su dimisión.
A un experto epidemiólogo,
le sobra el tono coñón.
Lo de “enfermeras infecciosas”
es más que un resbalón
y con su risa burlona,
apunta ser un guasón.
Vivir de la ‘sopa boba’,
es muy propio de Simón
Es reacio a las disculpas
y ofende por sus reales,
incluso da la impresión
de no estar en sus cabales;
y és que se siente seguro,
aunque sea criticable.
Queda así bien demostrado
su talante de cretino,
aunque se haya disculpado
es obvio su desatino.
Su ligereza de cascos,
tiene mucho de peligro.
Francisco Barbachano