Durante la conferencia de presidentes autonómicos con la participación de Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, el presidente en funciones de la Generalitat de Cataluña, Pere Aragonés, volvió ha hacer el ridículo. Y es que ya no es una novedad. El ridículo lo pueden hacer cada día de puertas para adentro. Ahora bien, no ha nivel internacional. No ante la máxima personalidad de la Unión Europea. Más que nada porque no entienden estas meteduras de pata y no consideran cierto lo que estos políticos independentistas lanzan a distro y siniestro.
Pere Aragonés le dijo que “Cataluña es un país europeo”. Y continuó diciendo que “hay que dar voz a los ciudadanos de Cataluña para que ejerzan su voluntad política y decidan su futuro y decidan sobre la independencia de España”. Aragonés se olvida que hace pocos días la Unión Europea ha aprobado que los referéndums a nivel europeo serán válidos siempre y cuando esté reflejado en las constituciones de cada país. En primer lugar la autodeterminación no existe en Europa y, en segundo lugar, la Constitución española no tiene ningún artículo donde considere legal un referéndum para independizarse de España. Con lo cual Aragonés ha iniciado su intervención con un ridículo mayúsculo.
No ha terminado aquí las ganas de ridiculizar a los catalanes. Acto seguido Ha pedido que él (Cataluña) sea interlocutor directo con la Comisión Europea y crear un foro permanente de territorios para trabajar conjuntamente con la UE. Y como podía esperarse ha tenido que salir la falta de libertades que “presuntamente2 no hay en España. Aragonés le aseguró que “es una aspiración que sólo se puede resolver con más democracia, que es como todos los conflictos políticos se resuelven en la UE”. A parte de pedir que ellos gestionen directamente los fondos europeos. Que no pasen por España, sino que la Unión Europea se los entreguen directamente a ellos. La cara de Ursula von der Leyen era un poema.
El independentista Pere Aragones -que odia España- es miembro de una familia burguesa que se enriqueció con el franquismo. Su abuelo, Josep Aragonés, fue alcalde de Pineda de Mar y creador de Taurus Park, el hotel más grande de España -en aquella época- con 343 habitaciones. El padre, Pere Aragonés, fue concejal de CiU en Pineda de Mar de 1990 a 1995. El negocio familiar lo ampliaron, creando la hostelera Golden. Actualmente gestionan el negocio a través de Prohoteles SA, con hoteles en Tossa de Mar, Pineda de Mar, Salou. El último hotel inaugurado por la familia Aragonés es el Golden Costa Salou Adults Only de cuatro estrellas.
A las palabras sin sentido de Pere Aragonés, poniendo en ridículo a los catalanes y a España ante la presidenta de la Comisión Europea le respondió Emilio García-Page, presidente de Castilla-La Mancha. Le reprochó que hubiera utilizado la presencia de la presienta de la Comisión Europea en la Conferencia de Presidentes para revindicar un referéndum por la independencia, cuando son las 17 comunidades autónomas las que conforman una sola nación, España. Y, posteriormente, sentenció que “cuando se trata de pedir dinero o fondos hablan en castellano, y cuando quieren hablar de otras cosas, rehúyen el castellano”.
Por cierto, me olvidaba, la Conferencia de Presidentes, con Ursula von der Leyen era para hablar de los fondos que Europa dará a España para superar económicamente el Covid-19. Con esto se demuestra que a los independentistas les importa muy poco la pandemia. Es puro postureo las medidas que pretenden tomar. Las ruedas de prensa y todo el teatro que montan. A ellos lo único que les importa es el referéndum y protestar por Quim Torra, los presos y la falta de libertad y opresión con la que viven inmersos en su mundo de ficción. El señor Aragonés pudo hablar libremente a la presidenta de la Comisión Europea porque España es una democracia. Mal que les pese vivimos en libertad. La única opresión la viven ellos con su propio ego. Porque hasta el día que se den cuenta que su odio a España es porque la aman y porque sus ancestros vienen de ahí, no serán felices y libres.
César Alcalá