El Ayuntamiento de Bigues i Riells, a través de la concejalía de Medio Ambiente, ha pedido a la población que ayude a localizar y eliminar ejemplares de un insecto, el chinche apestoso marrón, que aunque no es peligroso para la salud de las personas supone una plaga para los cultivos agrícolas.

El Departamento de Agricultura de la Generalitat de Cataluña informa que desde el 2016 se ha detectado la plaga de la chinche apestoso marrón (Halyomorpha Halys) en toda Cataluña y que actualmente ya está presente en 133 municipios del país.

El chinche apestoso marrón se diferencia mucho de las especies de chinches locales como el Bernat pudent (Nezara viridula) de color verde.

Hasta este año 2020, la plaga era localizada principalmente en el entorno urbano, lugar donde se desarrolla y reproduce. En verano, personal técnico del DARP, el IRTA, las Agrupaciones de Defensa Vegetal y agricultores la han encontrado en diferentes parcelas de cultivos de fruta dulce, frutos secos y huerta, lo que representa un riesgo muy elevado para estos cultivos.

Hasta ahora, se conoció la propagación de este insecto en el territorio a través de las comunicaciones de aquellas personas que se han interesado en reportar las detecciones de chinche apestoso marrón. Un ejercicio de conciencia ciudadana que se ha valorado mucho, ya que ha informado de forma precisa sobre la distribución de la plaga.

En otoño, es cuando este tipo de chinche busca refugio en los edificios urbanos y construcciones diversas para pasar el invierno; aunque es molesto y crea alarma no representa ningún riesgo para las personas ni los animales.

El Ayuntamiento de Bigues i Riells indica que «es muy importante que las personas tengan claro que deben destruir los individuos capturados, ya que esto ayudará a controlar las poblaciones y este hecho beneficiará la sanidad de nuestros cultivos».

Según este municipio, los insectos se pueden capturar con relativa facilidad, con un aspirador o barriendo a primera hora de la mañana o última hora del día, ya que en estos momentos se mueven más lentamente debido a que la temperatura ambiental es más baja; al mediodía, están más activos y cuestan más de capturar.

«Una vez capturados, se pueden sumergir en agua y jabón o, simplemente, dejarlos dentro de una bolsa expuestos al sol. No es recomendable el uso de productos insecticidas», dice el Ayuntamiento de Bigues i Riells.