
Hoy pretendía escribir sobre la continuación la Carta del Domingo esta Revista Digital del Vallès, quería hablar que España no era, ni nunca ha sido, una nación racista como las del norte. La Historia nos ha marcado profundamente porque éste país ha sido un reino de entrada de varias civilizaciones distintas: romanos, visigodos, y bereberes.
Esa Historia ha quedado en la huella incluso en nuestra genética. Esta comprobado por los científicos que el 20 % de los españoles tenemos sangre judía; eso la ciencia lo sabe ahora, entonces no, pero la civilización cristiana sabe distinguir el mal por eso en la dictadura los embajadores del Estado franquista salvaban a los judíos que podían, como el propio Estado israelita ha reconocido que hacían con los sefardistas.
El propio Josep Pla exiliado en el dramático 1936 a Marsella porque los de la CNT FAI querían asesinarle por burgués. Se lo chivó un amigo de infancia de su Calella natal. En 1939 volvió a BCN y ayudó a judíos de la Francia ocupada por los nazis en 1940. El Estado de Franco lo sabía pero dejaba hacer de pero de eso hablaré, y de otras cosas más actuales el próximo domingo,
Hoy quiero hablar del escándalo del presidente de gobierno Pedro Sánchez de no dejar al rey para que viniera el pasado viernes a Barcelona para mendigar los votos de ERC. No tiene vergüenza.
Ni Pablo Iglesias tiene culpa de esta bajada de pantalones que al PSOE le saldrá muy cara. Sánchez me recuerdo a un trilero que juega con todos (PODEMOS, ERC y CIUDADANOS), por eso me uno a la amarga crítica del escritor Arturo Pérez-Reverte que hace un tiempo dijo lo que hace doscientos años el primer periodista español, Mariano José Larra, dijo que hablar de España es llorar. La nación perdió el tranvía en el siglo XIX con el bastardo Fernando VII y las tres guerras carlistas. En 1978 cogimos el tranvía correcto…
Esta iniciativa no va a servir para nada porque los independistas luchan por un imposible que hasta el programa de POLÒNIA ve claro que el órdago separatista no tiene salida, estamos en un callejón ciego que todos viviremos como decía Juaristi en su libro pesimista, EL BUCLE MELANCOLICO, porque ETA pretendía matando esto mismo. Afortunadamente los indepes no piensan igual. No son bárbaros como los etarras…
Porque el problema real no está entre Catalunya y España sino entre los propios catalanes, la frase es de José María Aznar.
En esta vida ningún problema es eterno pero nos va a condenar la vida, nos empobrecerá. Así lo veo en esta víspera del puto 1 de octubre.
Roberto Giménez