Los colegios son seguros
según Isabel Celaá.
Que todo está preparado
afirma con rotundidad
con un juego de palabras
carentes de la verdad.
Lo cierto es que pintan bastos
para alumnos y enseñantes.
Lo de acudir a las aulas
es de obligado cumplimiento;
pero no hay nadie que niegue
la existencia de ‘canguelo’.
En esos últimos tiempos
hemos visto muchas cosas,
pero nos queda por ver
tal ver, las más asombrosas:
ojalá que sean leves
y no resulten penosas.
Porque sigue el desconcierto
y ha vuelto una nueva ola;
porque ni Dios tiene idea
de ese ‘virus con corona’.
Será por su poderío,
pero por la puerta asoma.
Francisco Barbachano
