Un camionero de 56 años, vecino de Terrassa, ha forzado su detención para conseguir (según explicó él mismo) que la empresa le echara, cobrar el paro y jubilarse.
El hombre llamó a la Guardia Civil desde un área de descanso de La Rioja, para avisar que estaba bebido y que, si no iba una patrulla a detenerlo, continuaría el viaje y podría provocar un accidente. Además, conducía un camión articulado de mercancías peligrosas.
Una patrulla fue y comprobó que la tasa de alcohol casi multiplicaba por cinco la permitida. Quizá por eso explicó sus planes a los agentes.
El hombre explicó a los agentes que se había emborrachado mientras conducía para provocar que lo detuvieran, lo despidieran de la empresa y poder cobrar el paro y jubilarse; y dijo que si no lo detenían, los agrediría y se lanzaría a la vía para que el atropellaran.
Al hombre lo investigan como presunto autor de un delito contra la seguridad vial por conducir un vehículo articulado de mercancías peligrosas con una tasa de 0,84 y 0,72 miligramos de alcohol por litro de aire espirado , que multiplica casi cinco veces la tasa máxima permitida para los conductores profesionales, que es de 0,15. El hombre ya tenía antecedentes por delitos contra la seguridad vial