Los trabajadores de Motherson Sintermetal de Ripollet denuncian que los propietarios quieren cerrar la empresa y despedir a los 184 empleados. En un comunicado, el comité de empresa denuncia que desde que Motherson compró Sintermetal en 2012 tenía como objetivo el cierre del centro de Ripollet y recuerdan que abrió en la India otra empresa para fabricar productos iguales. Los trabajadores aseguran que la empresa tiene «futuro» y creen que «por su viabilidad lo único que se necesita son directivos competentes y comprometidos con la empresa». Y es que durante los últimos años, la plantilla había denunciado la «completa falta de interés» del gerente de la empresa, Xavier Torres.
En concreto, denuncian falta de inversión en la automatización de la fabricación y el desmantelamiento de parte de la maquinaria existente, lo que forzó a hacer la producción de manera manual. Estas circunstancias provocaron que la planta hiciera piezas defectuosas que, «a pesar de ser conscientes de la baja calidad, luego se enviaban a los clientes» .Finalmente, el gerente fue despedido «disciplinariamente por motivo muy grave», relata el comité de empresa.
Aunque la compañía adoptó medidas para poder enderezar la situación, los trabajadores creen que no han sido «adecuadas» para salvar la planta y que han hecho que la crisis fuera más profunda, ya que se echaron trabajadores cualificados. «En nuestra opinión, la gestión realizada, a pesar de las importantes cantidades invertidas, no ha sido adecuada para salvar el futuro de la planta y de los 184 puestos de trabajo», apuntan.
La plantilla está organizando manifestaciones y protestas para presionar la empresa y hacer que replantee la decisión.
Sintermetal es una empresa creada en 1946 Barcelona para producir piezas de metal sinterizado para el sector de la automoción. La compañía se trasladó a Ripollet los años 60 y pasó a ser propiedad de la multinacional Motherson en 2012.