Finalizado el estado,
el que llamaron de alarma;
hemos llegado al verano
con mascarilla y distancia;
factores recomendados
para evitar descalabros.
Se ha acabado de momento
que el presidente Sánchez,
siga “chupando” cámara
como nunca lo hizo nadie;
intentando convencer
con su personal donaire.
Ya llegó la fase tres,
que en realidad eran cuatro.
Lo que era incomprensible
en nada ha mejorado;
pero, presume el gobierno,
de las vidas que ha salvado.
Ahora las comunidades
son las que deben velar,
para que prudentemente
no rebrote nada más.
Total: una parida nueva
y mañana Dios dirá.
Francisco Barbachano