El alcalde de Sant Feliu de Codines, el independiente Pere Pladevall, ha acusado a China de haber ocultado la «posibilidad de que todo el mundo esté en riesgo» por la propagación del Covid-19. En un mensaje en Twitter que posteriormente ha borrado, Pladevall anunciaba una especie de boicot a la comunidad china en Cataluña: «No iré a comprar a ninguna tienda de chinos hasta que China aclare el origen del virus». Después reconoció haberse expresado «muy torpemente» y pidió a los «chinos que viven aquí» que hagan «algo» ante la existencia en su país de «mercados de animales vivos, torturados y sacrificados ante todo el mundo y sin ninguna medida sanitaria «.

Varios vecinos le han replicado también a través de las redes sociales que el comentario racista está fuera de lugar y le recuerdan que los chinos que viven en el municipio han tenido el mismo contacto con el virus que el resto de ciudadanos.