
No quisiera haber tenido nunca que escribir esto, obligada por su abrumador recuerdo.
Mientras las desdicha se cierne sobre los suyos, el rastro indeleble de su bonhomía prende cual gota de rocío en los corazones de quiénes le quisimos.
Nada borrará todas las palabras de afecto, de superación personal que regalaba a todo aquel con quien cruzó su mirada cordial; siempre dispuesto a usar su verbo para tañir las cuerdas de nuestros corazones; siempre iluminando el camino de nuestros sueños con su lúcido mirar.
Se ha ido Emiliano, hombre de tesón y abnegación.
Se ha ido Emiliano, persona gentil y generosa.
Se ha ido Emiliano; espíritu de superación y dignidad.
Triunfó en la vida, porque los cimientos de su existencia fueron la bondad que solo los humildes pueden profesar.
Triunfó en la vida, porque su presencia permanecerá en el ánimo de aquellos que le amaron.
Triunfó en la vida, porque nos enseñó a levantar peldaños para alcanzar lo más alto.
Ha muerto un hombre justo, dechado de cómo transitar la vida, dando ejemplo al guiar nuestros pasos.
Que la paz sea tu compañera de viaje.
Emiliano Carretero Picatoste.
Fuenlabrada 1960, Santa Perpètua 2020