Roberto Giménez

Hoy, y toda esta semana, lo quería dedicar al monotema que me aburre. Como no soy un extraterrestre, hablaré las cuatro Libreta Azul del dichoso virus, pero ayer me llamó una aristocrática señora que me recuerda una mujer del siglo XXI esas distinguidas de Granollers de toda la vida con clase: doña Rosa Concustell, que hoy vive en la residencia en can Pous de Dalt, de Llerona. María Rosa, no le gusta que la llamen Rosa. Digo que me recuerda una aristócrata de siempre. Nieta de un señora que en los años del hambre becaba a todas las niñas humildew porque era católica en aquellos lejanos años 40 en blanco y negro…

Hace treinta años me +presentó a distinguidas abuelas de la Granollers: la viuda del ex gerente de londinense Harrods, en los años 70; la madre de generales de la Guardia Civil, uno sufrió un atentado de ETA en Guipúzcoa que aquel día negro Dios se puso a su lado, y, entre otras, la madre del propietario de Plásticos Tatay. Las cuatro ex alumnas de las Vedruna.

Tengo un libro dedicado a esta, y otras muchas, titulado HISTORIAS DE MUJERES VALLESANAS editado para Sant Jordi de 2017 que se puede comprar en los dominios de Roberto Giménez Gracia y Tyep.net

Hace doce años estuve en su masía de Llerona y vi un óleo con veinticinco años; tenía una pléyade de pretendientes de la crem de la crem de la ciudad. Me contó que tuvo como único novio un gentelman inglés que rompió, porque la distancia es el olvido.

Tenía una bronca con el conseller de Urbanisme de la Generalitat del Tripartit de Pasqual Maragall y José Montilla, que había sido, desde 1979, alcalde socialista de Girona, Joaquim Nadal, hasta ser nombrado por el Govern de Maragall a principios de este siglo porque la Generalitat: había aprobado una valla metálica a dos metros de su masía de Llerona.

El ex alcalde de Granollers, Josep Pujadas, los cuatro alcaldes están en mi CLUB DE LECTORES, la conoce bien porque puso una denuncia al ayuntamiento ya que se rompió una pierna por no estar bien señalizada una obra en la acera de la churrería ‘La Sorpresa’. La compañía de seguros la indemnizó. Este ejemplo demuestra sus regaños.

 Rosa convencida por esta experiencia pensó que El Vallés tenía una fuerza que, en realidad, no tenía…

Del ayer paso a hoy: el sábado me llamó para preguntar si conocía al Ministro de Sanidad, Salvador Illa le dije que mucho, le recordé literalmente lo que me dijo el ex tutor y ex concejal Germán Cequier (UDC) que también es miembro del CLUB DE LECTORES: “fue el paradigma de lo que queríamos que fuera un alumno educado, responsable, trabajador, constante, respetuoso, ordenado, y correcto. Puedo añadir más adjetivos, pero ya queda suficientemente definido…”

Roberto Giménez