“Pido perdón dijo el divo por el dolor que he causado a todas las mujeres las cuales me han acusado”. Mientras Domingo negaba, que a nadie había acosado.
Costaba mucho creer que tal hecho fuese cierto y ver a tan brillante figura hundida y a ras de suelo; pero, era llamativo, su negación o silencio.
Escribí con gran tristeza qué, ‘el que calla otorga’ pues, cuando se és inocente, se ha de actuar de otra forma y el silencio de don Plácido, no era ninguna broma.
Profesionalmente un diez nadie puede negarselo; otra cosa es lo impropio producto del escándalo. Admirado Plácido Domingo: ¡DIVO!, estoy decepcionado.