Roberto Giménez

LA CAMPAÑA DE OMNIUM. El viernes me llamaron de OMNIUN CULTURAL de BCN para que me adhería a una campaña para apoyar a uno de los Jordis, su presidente, contra la campaña represiva de España contra los presos independentistas. Me pedían el nombre, el DNI y que colaborada financieramente en su campaña de recogida de fondos porque no tenían ayuda del Govern, me dijo la amable operadora. Era un excelente relaciones públicas su encanto parecía el canto de las sirenas, que la leyenda clásica del mar Egeo. Esas sirenas no son como las de la factoría Disney sino que quieren matar a la tripulación de Ulises en la leyenda griega de Odisea de Homero en la búsqueda de la pérdida, y no encontrada, isla jónica de Ítaca.

El canto de las sirenas pretende matar a la tripulación de marino. Ulises lo sabe y ata a sus hombre en el mástil mayor  den proa en medio de la galerna. Entre las sirenas y el temporal los marinos saltan del barco y ahogan por la cruel sirena asesina.

No soy Ulises, en casa me espera pacientemente Penélope, pero a esa  encantadora voz femenina la mandé a freír espárragos, es una metáfora, diciéndole con atractiva voz masculina que un servidor es un catalán que también se siente español que no soy españolista pero sí constitucionalista. La sirena de Ulises tenía mucho trabajo, dejó de ser amable, y me cortó…

MEJOR GOBIERNO DE MUJERES. Los hijos de la Gran Bretaña: la mayor de los ingleses, como pueblo, me caen mal a excepción de los Beatles y Tomás Moro. Los británicos, no exagero, los galeses, escoceses y los de Belfast, me caen mejor sin pasarse. Lo del BREXIT ha acrecentado  mi antipatía que es histórica porque los ingleses siempre nos han puteado, otra excepción colectiva son las inglesas que cuando era veinteañero conocí en Benidorm.

Los ingleses siempre han ido por el mundo de perdonavidas, como sus hijos los yanquis y ahora más por el impresentable Donald Trump…

A los británicos perderán el ojo izquierdo y el resto de los europeos el otro. El populismo asola la vieja Europa que no aprende del pasado. No soy feminista pero, visto la experiencia, prefiero que las mujeres gobiernen el mundo, sin sirenas…