Francisco Barbachano
 No es ninguna inocentada: 
el año se va al garete
y és el momento de hablar
de buena o mala suerte;
qué en la viña del señor,
se tiene o no se tiene.
 
 Casi ya en el dos mil veinte
hay que pedir a los Reyes,
un montón de cosas buenas
viendo cómo está el ambiente;
pues lo de que “pintan bastos”
va repitiendo la gente.
 
En el año que concluye
han pasado muchas cosas
y para el casi estrenado
está muy turbia la cosa;
todo apunta que será
de espinas, y no de rosas.
 
Con qué, ojo al parche amigos,
brindemos por lo fraterno.
Qué vivir son cuatro días
y hay que vivirlos contentos.
Les pido que me hagan caso,
y muy feliz año nuevo.
 
Francisco Barbachano