El mismo día del desastre, personal del Consorci i Agentes Rurales rescataron peles y anguilas en la zona afectada y las volvieron a liberar en la zona del río Congost.

El pasado día 12 el río Besòs, a consecuencia del incendio en la empresa Ditecsa de Montornès, sufrió un vertido de productos contaminantes que se convirtió en el desastre ecológico más importante que se recuerda en Catalunya en los últimos años. La muerte de docenas de peces en el rió hizo que una frase fuera de boca en boca: «se ha destruido en dos horas el trabajo de treinta años».

Párece que se exageróun poco y que el rio no quedó tan afectado por los vertidos tóxicos como inicialmente se pensaba.

De hecho este martes la Agencia Catalana del Agua (ACA) ha constatado con las analíticas al río Besòs que la calidad del agua ha mejorado en los últimos días. Aunque aún se seguirán haciendo pruebas para obtener resultados más fiables, el agua del río, poco a poco, va recuperando la calidad que tenía hasta ahora. Cuando esto suceda, el rio muy posiblemente volverá a convertirse en un lugar habitado por diversas especies de peces.

Las primeras analíticas, del mismo día del incendio, constataron que había una alta concentración de sustancias volátiles provenientes del disolvente. Con la mejora de estos días, la ACA notificará a la Diputación de Barcelona la posibilidad de levantar la prohibición de acceso al parque fluvial del río Besòs. La Agencia Catalana del Agua y el Consorcio del Besòs-Tordera han reunido este martes por la mañana para determinar los próximos pasos a seguir.

Uno de los primeros estudios que harán servirá para mejorar los sistemas de saneamiento para minimizar el impacto de accidentes como el de la planta de Montornès. Será la manera de hacer los cambios pertinentes a los protocolos de actuación en estos casos. Mientras tanto, se seguirán recogiendo muestras en el agua en las próximas semanas, tanto en aguas superficiales, como subterráneas y costeras, hasta el mes de abril del año que viene. Las analíticas se realizarán en coordinación con la Universidad de Barcelona (UB) y el CSIC-Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua.

Durante las tareas de inspección en la zona y en la empresa afectada, la ACA comprobó que todavía había agua estancada contaminada que podría llegar al río en caso de lluvia. Por ello, se hizo una petición para retirar el agua y esta mañana se han terminado estas tareas.

La ACA, el Consorcio Besòs-Tordera y otros actores implicados han emplazado a una nueva reunión este viernes para seguir analizando, desde un carácter más técnico, los acuerdos adoptados este martes.