El nuevo propietario de Pastas Gallo, el fondo de inversión Proa Capital, –tras comprar la compañía a los hermanos Espona Massana– arranca una nueva etapa al frente de la histórica empresa. Como primera medida, la nueva dirección de Gallo ha decidido cerrar la sede comercial que la empresa tenía desde hacía más de 20 años en la avenida Diagonal de Barcelona y trasladar a toda su plantilla, de unos cuarenta trabajadores, a la fábrica que tienen en Granollers.
Según señala el Diari Ara, el traslado de la sede comercial se hará a principios del año que viene, entre enero y febrero, y el objetivo es optimizar las instalaciones que tiene la compañía en el Vallès y reagrupar toda el área comercial, ya que una parte ya está trabajando en Granollers.
Con la mudanza y el traslado, la empresa reducirá gastos, ya que la sede que la avenida Diagonal de la capital catalana estaba alquilada. En este sentido, las áreas que se trasladarán hasta Granollers son la comercial, la de marketing, administración, dirección y una división de internacional.