Que la sentencia del ‘procés’ había de ser muy dura estaba más que cantado fuese antes o después; y eso lo sabía Torra al derecho y al revés.
Incitar a concentrarse y luego mandar a los Mossos es una contradicción muy difícil de entender; y es que el ínclito Quim Torra ya no sabe lo que hacer.
El tan comentado ‘procés’ se hizo con el trasero y de ahí las consecuencias por no hacer las cosas bien: no se utilizó el cerebro, y eso se paga también.
Ser independentista no es sinónimo de violento por lo tanto el vandalismo siempre ha de ser condenado; pero eso no va con Torra: su actos son un escándalo.