Francisco Barbachano
 Les decía al despedirme
el dos de agosto pasado
que se avecinaban tiempos
calientes y complicados;
y disculpen la inmodestia
por no haberme equivocado.
 
De vuelta de vacaciones
poco, o nada ha cambiado;
pues ha habido de todo y malo,
tal como estaba cantado:
irse hoy de vacaciones,
es un continuo calvario.
 
Huelgas en los aeropuertos,
incendios, RENFE continuos paros;
peleas inesperadas
y robos incontrolados;
es decir, una vergüenza,
en época de descanso.
 
Tristemente va en aumento
cada año el descalabro;
que disfrutar del verano
es un riesgo anunciado,
pues, o aparece un milagro,
o, a jorobarse ha tocado…
 
Francisco Barbachano