El Hospital de Mollet

El Departament català de Salut ha pagado 40.000 euros a un paciente a quien no se le detecto en el Hospital de Mollet un intestino perforado. El paciente entró con fuerte dolor y vómitos en el Hospital de Mollet y allí, según ha informado Crónica Global, los médicos no cometieron ningún error médico, pero no le practicaron todas las pruebas que podrían haberle hecho y no acertaron en el diagnóstico. El enfermo acabó estando cuatro meses ingresado y perdiendo 90 centímetros de tripas.

El caso se remonta a Navidades de 2013, cuando el afectado por el caso S. acudió al servicio de urgencias del Hospital de Mollet. Lo hizo aquejado de un fuerte dolor abdominal y vómitos. Los médicos de guardia le diagnosticaron un cólico renal. Fue ingresado, y de madrugada, los facultativos detectaron pérdida de líquido en la parte izquerda del abdomen. Asimismo, las pruebas diagnósticas descartaron el cólico. El paciente también vomitó tres veces a las 6:00, 14:00 y 16:30 horas, lo que era sintomático, según el juez, de que no se le habían practicado al vecino todas las pruebas necesarias para hallar el tratamiento adecuado.

Según la sentencia, a la que ha accedido Crónica Global, el juez considera probado que no hubo error médico, pero sí falta de test, como un TAC, que hubieran aflorado el problema médico real.

“Como consecuencia de esta falta de tratamiento, el afectado encajó una resección intestinal, perdió 90 centímetros de intestino y tuvo que estar ingresado más de cuatro meses en el centro sanitario. Tardó ocho en curarse. Estos argumentos son los que llevan a la sección cuarta de la sala contenciosa del TSJC a estimar el recurso y a fijar una indemnización de 40.000 euros”, explica este medio digital.