
Hanae Lemoudden, de 21 años, tiene el grado medio de Gestión Administrativa y el próximo curso quiere estudiar el grado superior. Este verano buscaba un trabajo temporal en Granollers o alrededores, preferiblemente en un puesto relacionado con su formación. Y lo encontró: a través de una empresa de trabajo temporal fue contratada por la empresa Pimkie de Montmeló para la campaña de rebajas.
Se presentó a trabajar el primer día y tuvo una desagradable experiencia que luego ella misma contó en Twitter.
“Esta mañana he ido a mi nuevo empleo en pimkie Granollers-Montmeló, y me comunican que “lo sienten” pero que el personal no puede llevar símbolos religiosos “el velo” y que no puedo trabajar. (Después de haber firmado el contrato en una ETT)”, dijo en un mensaje en la red social.
Al parecer se presentó en la empresa con velo – que es su vestimenta habitual- y el encargado le comunicó que no podía trabajar con él por ser “normas generales de la empresa”, aunque posteriormente la empresa ha desmentido que exista tal norma.
Pimkie España no tardó en reaccionar al mensaje de queja de Hanae y en esa misma red social se disculparon con ella. Le aseguraron que averiguarían quién había sido el responsable y que se pondrían en contacto con ella. “¡Sentimos mucho lo ocurrido! No es normal que te hayan hecho eso”, afirmaron.
La historia, al margen de provocar un debate en las redes sobre el uso de símbolos religiosos en el trabajo, llamó la atención de diferentes medios como el digital salamplan.com o el diario.es. A través de ellos se supo que la ETT, ubicada en Granollers, también se había disculpado con ella porque desconocía que la empresa textil de Montmeló tuviera esa norma en relación a la vestimenta de sus empleados.