Cualquier excusa es buena. La primera comunión, un deceso, una aniversario… En esta ocasión la Mitja Montornés. Teniendo como excusa esta carrera, la simpáticos amigos del independentismo han llenado La Roca del Vallès de basura contaminante amarilla. Y lo digo así por lo siguiente. Un estudio de 2010 estima que entre 5 y 13 millones de toneladas métricas de plásticos terminan en el mar cada año. Seguro que parte de este material de plástico colgado en el municipio acaba en el mar  Un material que puede tardar siglos, o más, en desaparecer.

Pero esto a los independentistas no les importa. Para ellos es más importante hacer ver que son fuertes -cuando cada vez lo son menos- y que las calles son suyas -cuando tampoco lo han sido-. Y lo peor es el poco respeto a las personas que corren Mitja. Ellos consideran que todos los corredores son de su ideología y que se pondrán al ver el amarillo moviéndose en el viento. La verdad, es tener una visión muy corta del pensamiento de las miles de personas que tomaran parte en esta Mitja.

A ellos no les importa. Su función en ensuciar y faltar al respeto. Consideran que su pensamiento único debe imponerse a toda la ciudadanía. No se dan cuenta que hay muchas personas cansadas y hastiadas con el procés y toda la matraca que, diariamente, lanzan a diestro y siniestro sin causa justificada. A un vecino de La Roca del Vallès se le ha ocurrido hoy sacar uno de estos lazos delante de ellos y le han dicho de todo. La libertad de expresión sólo esta en un lado. El otro para ellos es inexistente.

Han conseguido dividir a la sociedad personajes como Artur Mas, el gran culpable de todo lo que esta hoy en día ocurriendo. Puede estar orgulloso. Arturo, como le llaman en casa y socialmente hasta no hace mucho tiempo, ha roto la estabilidad social de Cataluña. Un chico de clase bien que siempre hablaba en castellano es el responsable de una situación triste y patética. Y más cuando él sabía que nunca se conseguiría nada de lo planteado. El problema es el mismo de Cameron en Inglaterra. Quisieron reforzarse en el poder y les salió rana.

Y así estamos, luchando diariamente por una fragmentación social que cada día es más profunda e irremediable. Dos bandos que se enfrentan y cuyas victorias son estériles, pues todos pierden. Y los perjudicados no somos nosotros, sino las generaciones que nos precederán. Ellos, los independentistas, han perdido el respeto y les importa muy poco una parte de la sociedad. Esta lacra social la tendremos que aguantar hasta que no se imponga la cordura. Porque no conseguirán su propósito y si deberán luchar por volver a la normalidad.

César Alcalá

Regidor PPC La Roca del Vallès