Como voy a moderarme y no hablarles de política si de forma descarada se insultan, por una silla; eso que llaman poltrona que és un “chollo” de por vida.
Aunque me cansa, aburre, y me hastía el politequeo: és el pan de cada día, guste más o guste menos. Lo que importa és el “momio” y que se jorobe el pueblo.
Huelgas, manifestaciones, voceros del improperio y codazo, tras codazo, para lograr sus anhelos... ¿Como no hablar de política, si el panorama es tan negro?
Y no es broma, créanme que mis ripios son sinceros; y cuando los observo a todos tan repletos de cabrero he de hablarles de esos prendas, porque me lo pide el cuerpo.