
Los Mossos han detenida en Llinars del Vallès a un padre y a sus dos hijos por el crimen del hombre que apareció muerto en el pantano de Boadella (Alt Empordà) el 24 de noviembre Pasado.
La principal hipótesis de los investigadores es que el autor material del crimen fué el padre, que habría muerto a la víctima -un ruso de 55 años- después de discutir con ella. Los Mossos sitúan el crimen en la noche del 23 de noviembre; es decir, pocas horas antes de que se localizara el cadáver lastrado con piedras en el embalse. Según fuentes cercanas a la investigación, los hijos se desvinculan del crimen; reconocen, sin embargo, que acompañaron a su padre con una furgoneta hasta Boadella para deshacerse del cadáver.
Dos pescadores localizaron el cuerpo sin vida de la víctima el 24 de noviembre en el pantano de Boadella. El cadáver estaba lastrado con piedras y tenía signos de violencia. La autopsia posterior confirmó que el hombre había muerto como consecuencia de una paliza. Faltaba, sin embargo, identificarlo.
La División de Investigación Criminal (DIC) de los Mossos en Girona abrió una investigación. A raíz de las pesquisas confirmaron que la víctima era un hombre de origen ruso de 55 años que constaba como desaparecido, aunque los familiares interpusieron la denuncia el 29 de noviembre, cinco días después de que se encontrara el cadáver.
Los familiares indicaron que el último Lugar donde tenian constancia de dónde había estado la víctima era Llinars del Vallès. El juzgado de Instrucción 1 de Figueres acordó el secreto de sumario. La investigación se centró, de entrada, en reconstruir los últimos días de vida de la víctima.
De este modo, los Mossos descubrierón que el hombre había llegado a Cataluña a mediados de noviembre para pasar unos días de vacaciones y se alojaba en casa de unos compatriotas, en Llinars del Vallès. Los investigadores también analizaron las cámaras de videovigilancia de las vías de acceso al pantano y analizaron información de las antenas de telefonía para intentar averiguar quién se encontraba en la zona.
La investigación culminó esta semana, durante la noche del miércoles al jueves con la detención de tres personas, un padre y sus dos hijos, que vivían en la casa de Llinars de Vallès donde se aloja la víctima. Las detenciones se han realizado en Llinars y en Sant Antoni de Vilamajor.
La principal hipótesis de los investigadores es que el autor material del crimen fué el padre, que habría acabado con la vida de la víctima a raíz de una discusión la noche del 23 de noviembre. Tras las detenciones, la comitiva judicial registra los domicilios en busca de pruebas incriminatorias.
Según fuentes cercanas a la investigación, los hijos se desvinculan del crimen y aseguran que estaban durmiendo en el momento en que se produjó la pelea mortal. Reconocen, sin embargo, que acompañaron a su padre con una furgoneta hasta el pantano de Boadella, donde intentaron deshacerse del cadáver.