La Audiencia de Barcelona juzga hoy a una mujer, vecina de Granollers, acusada de un delito de apropiación indebida y de forma alternativa, un delito de estafa. Los hechos ocurrieron en Granollers en el año 2016.
El fiscal le pide 3 años de prisión.

Según el fiscal, la acusada vio un cartel de “venta” en una finca propiedad de un matrimonio y se puso en contacto con ellos a fin de ofrecerles sus servicios para procurarles su venta. Éstos le entregaron las llaves para que la pudiera enseñar, manifestándole que la querían vender por 15 millones de las antiguas pesetas (90.000 euros). La acusada, se puso en contacto con una persona propietaria de una inmobiliaria, para que ésta la ofertara a través de sus servicios inmobiliarios por 115.000 euros, y para poner en contacto posibles compradores con la misma, conviniendo un precio por los servicios de la inmobiliaria de 5.000 euros.

Un joven matrimonio se interesó por la vivienda anunciada, y la inmobiliaria los puso en contacto con la acusada, sin que éstos supieran que la misma no era empleada de la mercantil. Los perjudicados, con la voluntad de adquirir la vivienda, hicieron una transferencia en la cuenta de la acusada de 20.000 euros, creyendo que el dinero era a cuenta del precio total de 115.000 euros.

“La acusada redactó un documento, sin firmar por nadie, donde omitía voluntariamente haber recibido cantidad alguna y concretaba que el precio del inmueble era de 90.000 euros. La acusada comunicó a los compradores que los vendedores ya no querían vender, siendo ello falaz y haciendo suyos definitivamente los 20.000 euros”, explica la fiscalía.