Francisco Barbachano
 
La estrategia sanitaria
puesta en práctica en España
és dañina para el médico
que és el que da la cara;
el qué sufre los sofocos
ante todas las demandas.
 
Son las altas jerarquías
las que tienen el valor,
de parir esos inventos
insensibles al dolor:
és obvio que ellos no sufren
y viven a cuál mejor.
 
Es tan grande el cinismo
de esos “prendas” sanitarios,
que hay que inventar adjetivos
para ser calificados;
pues jugar con los enfermos,
no se bien como llamarlos.
 
Ni directores, ni gerentes,
ni médicos, son los culpables.
El culpable és el político
que impone esos desmadres,
sacrificando al enfermo
con sus esperas salvajes.
 
Francisco Barbachano