Una de las rampas ya instaladas

El Ayuntamiento de Granollers ha empezado a instalado rampas en las balsas de riego cercanas a los huertos municipales (entre el paseo Fluvial y la calle de Marconi) y el paseo Fluvial, cerca del camino de Can Bassa, para facilitar la salida de la fauna, especialmente las ranas y sapos.
 
De momento, informan, sólo se han construido estas dos rampas, pero la intención es que todas las láminas de agua naturalizadas de la ciudad, cuenten con su rampa, si es que la fauna no dispone de un acceso natural.
 
Estas rampas, de madera tratada, las han construido los alumnos de la Unidad de Escolarización Compartida de Jardinería y Horticultura de Parc Estudi de Granollers. Uno de los extremos de la rampa está anclado en la valla perimetral de la balsa, mientras que el otro extremo dispone de una boya que permite que la rampa se adapte a las oscilaciones de nivel de la balsa y, al mismo tiempo, no hunda.
 
El objetivo de estas rampas es dotar la lámina de agua de un acceso artificial para que los anfibios puedan completar su ciclo biológico, en parte fuera del agua, y también facilitar la salida de los animales que puedan caer accidentalmente.
 
El Ayuntamiento considera que los anfibios son muy interesantes en estos microecosistema acuáticos dentro de la ciudad, “ya que son grandes consumidores de insectos”. “Teniendo en cuenta que muchos mosquitos buscan las balsas para depositar sus huevos, los anfibios en convierten en controladores de estos insectos tan molestos”, explican.

Las especies que podemos encontrar en estos espacios de Granollers son la rana verde, la reineta, el sapo corredor y el sapo. Estos animales, asociados al medio acuático necesitan pasar temporadas fuera del agua, ya sea para pasar el invierno, como en el caso de la rana verde, para la reproducción, el sapo o el sapo corredor, o porque son de costumbres arborícolas como la reineta. En invierno no es habitual verlas pero en primavera y verano, se pueden oir croar en zonas como el parque del Lledoner.