
El presidente de la Generalitat Quim Torra ha dilapidado 2,1 millones de euros en 7 meses que hemos pagado entre todos los catalanes.
El presidente de la Generalitat Quim Torra fue escogido un 14 de mayo de 2018. Desde esa fecha el Parlament no ha aprobado ninguna ley. La política catalana está paralizada. Eso si, no han reducido el gasto a favor del procés. Es más, ese ha sido el único objetivo del gobierno de Torra y no los problemas diarios de los catalanes.
El primer gasto de Torra como presidente fue marcharse a Washington. Bajo el pretexto del Smithsonian Folkie Festival, quiso internacionalizar el procés. Recordemos que el embajador español en EE.UU, Pedro Morenés, le dijo: “Señor torra, su petición de autodeterminación no tiene eco aquí… Respete usted a la mayoría, es un principio de la democracia”.
Aquel viaje supuso un gasto de 2 millones de euros. De ellos 700.000 euros fueron pagados por las Diputación de Barcelona. Ante dicho dispendio Ramón Riera portavoz del PPC comento que “es incomprensible que la Diputación se gaste tanto dinero en algo que es competencia autonómica y que no tiene ninguna vinculación con las competencias municipales en materia de cultura”. El resto se distribuyeron las facturas entre la Generalitat y las diputaciones de Gerona, Lérida y Tarragona.
A esta cifra debemos sumar los viajes a Waterloo para visitar al huido Puigdemont. Más los viajes a Escocia, Suiza o Eslovenia. A Escocia y Suiza fue a visitar a Clara Ponsatí y Marta Rovira. Esos dos viajes costaron 71.000 euros. El resto, hasta casi 120.000 euros son gastos para entrevistarse con Puigdemont. El hecho es que Torra no viaja solo. Cada viaje tiene un coste de 8.000 euros. Porque con el presidente viajan el jefe de gabinete, el jefe de comunicaciones, el responsable de la oficina de Puigdemont y 4 escoltas.
Si a grandes rasgos detallamos este coste nos sale que en dietas se gastan 1.100 euros; en hoteles 1.500 euros; en transporte 3.800 euros. Cada vez que han alquilado una sala para cualquier evento el coste ha sido de 1.500 euros. Así pues, en 7 meses Torra ha despilfarrado 2,1 millones de euros. Con ese dinero podrían costearse decenas de plazas para ancianos, camas de hospital o más recursos para bomberos o la policía. Sus prioridades quedan claras.