
Los Mossos han identificado el cadáver encontrado el pasado 24 de noviembre en el pantano de Darnius-Boadella (Alt Empordà). La víctima es Vasili Korchagin, un ciudadano ruso de 55 años que desapareció en Llinars del Vallès, en el Vallès Oriental. Según ha avanzado El Punt Avui, el hombre constaba en las páginas de personas desaparecidas desde el 29 de noviembre, lo que despistó a los agentes al cargo del caso.
Dos pescadores divisaron el cuerpo sin vida de Korchagin parcialmente sumergido en el agua y con signos evidentes de violencia. El hombre tenía un fuerte golpe en la parte posterior de la cabeza y llevaba una cuerda retorcidas en el cuello y otra a los pies de la que colgaban unas piedras. La cuerda que sujetaba las rocas también estaba retorcidas alrededor de la cara, tapándole la boca. Por el estado del cadáver, fuentes policiales apuntaban que no debía hacer más de 24 horas que estaba en el agua. La víctima no llevaba pantalones pero si llevaba puesta una camiseta, calzoncillos y zapatos oscuras.
La autopsia del cadáver confirmó que la víctima murió por una paliza, ya que tenía múltiples golpes y contusiones, sobre todo en la zona de la cabeza. Los médicos forenses no encontraron agua en los pulmones de forma que el ciudadano ruso no murió ahogado, sino que ya estaba muerto cuando alguien lo arrojó al agua.
El lugar donde descubrieron el cuerpo de Korchagin es una zona de difícil acceso a la que se puede llegar mediante una remota pista forestal que queda relativamente cerca de la presa. En este punto hay una bajada que permite acceder al agua. Estas características refuerzan la hipótesis de que el presunto asesino conocía la zona y cómo moverse por la gran cantidad de caminos serpejats que rodean el pantano. Se trata de un lugar aislado y sin ningún tipo de control de entrada.