Desde hace días todos los agentes sociales se están preparando para lo que ha venido a llamarse movilización del 21-D. Los últimos en unirse ha sido la sección juvenil de las CUP, Arran. En redes expresan que “porque esto ya no va sólo de independencia. Es de nosotros contra los que quieren acabar con nosotros. Porque ho ganamos o vuelve a ganar el régimen”. A estos debemos añadir los CDR, los GAAR y la ANC. ¿Qué son los CDR?
CDR
Los llamados ahora Comités de Defensa de la República es una organización local. Esto es, han conseguido organizar subgrupos en diferentes pueblos y barrios de Cataluña. La fotografía refleja sólo una parte de los logos de los CDR distribuidos por le territorio catalán.
Aunque su representación sea unitaria, esto es, se crea aunque no exista ningún miembro o sólo uno, a nivel de volumen dar a entender que son muchos, organizados y dispuestos a defender sus principios. Ellos informan que son mas de 6.000 los CDR distribuidos por toda Cataluña. Sobre una población de 7 millones de personas, la implantación de estos es insignificante. Eso sí, hacen mucho ruido y parece que sean más.

Como ERC y las CUP están gestionados de modo asambleario. Están bien organizados en las redes sociales y redistribuyen muy bien sus mensajes. Saben llegar a todo el territorio con sus propuestas. No hay líderes ni elegidos ni autoproclamados. Sus miembros son variables y muy heterogéneos. Es decir, desde estudiantes a jóvenes radicales, pasando por bomberos, agentes rurales o personas jubiladas. Todos los grupos y subgrupos comparten unidad de accion y se aprovechan del anonimato de las redes sociales para que sea difícil controlarlos.
El origen
En un primer momento se crearon para defender el referéndum del 1-O. Por eso decíamos antes “llamados ahora”. En un primer momento se conocieron como Comités de Defensa del Referéndum. Una vez concluido pasaron a ser República y abandonaron el Referéndum. Su espejo son los Comités de Defensa de la Revolución cubanos. En total existen unos 30 CDR repartidos por toda Cataluña. Su función actual es conseguir que se cumpla la declaración unilateral de la independencia catalana, aprobada por el Parlament de Cataluña el 27 de octubre de 2017. Por eso las proclamas y movilizaciones para el próximo 21-D.
Su organización
Cada CDR tiene su función en un engranaje que los organiza y los trasciende. Y así los CDR más violentos son útiles para provocar el miedo. Están formados por profesionales de la lucha callejera y están especializados en crear un clima de tensión.
En un principio actuaban de forma abierta y sin medidas de protección, lo que llevo a identificar a un gran número de sus componentes. Desde la detención de la activista Tamara Carrasco en Villadecans y la huida de Adrià Carrasco Tarres -en abril de 2018 a Bruselas con una orden de detención pendiente por los delitos de rebelión, sedición y terrorismo- tomaron muchas precauciones.
Dentro de los CDR hay gente de las CUP, Arrán y grupos anarquistas. Además partidos como ERc y PDeCat suelen tener presencia para evitar que los manipulen los de las CUP. Hemos dicho antes que no hay cabecillas. Ahora bien, existe una serie de coordinadores, 22 en total, que juegan un papel clave en las acciones que deben llevar a cabo. De ellos cinco están directamente vinculados a partidos u organizaciones sociales: Rubén Wagensberg, Marcel Mauri de los ríos, Joan Vallvé, Ariadna Isem, y Antonio Baños. Estos alternan la desobediencia civil y la resistencia, tanto activa como pasiva.
El día a día
Su funcionamiento en asambleas territoriales es por coordinación, pero por seguridad, son pocos los componentes de un CDR que tengan contacto con los grupos jerárquicos superiores. Trabajan en el ámbito de la comunicación como lo hacia ETA. Sólo unos pocos -los coordinadores- conocen los del estadio superior, y así en toda la jerarquía.
Los miembros de los CDR tienen un perfil sectario. A esto debemos unir que las redes sociales, para ellos, tienen un efecto anabolizante. Si no estas en la manifestación, o en la concentración es que no eres independentista y no eres de fiar. Esto provoca un efecto anabolizante donde todos se comprometen y compiten a ver quién es más independentista. La realidad es que, si bien los grupos en las redes sociales pueden superar los 1.000 seguidores, los más activos y radicales no llegan a 20. Por eso en muchas concentraciones suelen ser poca gente y no duran más que unas horas. El caso lo tenemos con el corte de la AP-7. Es cierto que duró muchas horas diurnas, pero decidieron levantar el corte por la noche por falta de gente y los que había estaban cansados.
Un de los efectos que tienen los CDR y que les dan potencia, a parte de las redes sociales y el sectarismo reinante, es la inacción de los mossos y la contribución del Govern. Esto provoca una impunidad que les envalentona, y favorece que poca gente haciendo una acción fácilmente controlable con pocos policías tenga mucha visibilidad. Si esto no fuera así, muchas acciones ni se intentarían. ¿Cuál es el motivo? Sencillo, hay mucha gente en los CDR que son jubilados y gente con responsabilidades laborales y familiares que no se pueden permitir ninguna acción contraria a la ley, llegar a ser perseguida e incluso juzgada y encarcelada.
Hay un reducto violento, que si consigue movilizar a un grupo numeroso, los puede utilizar aprovechando el anonimato de la masa. Pero una gran mayoría no esta por la violencia. Podemos subdividir a los CDR en dos extremos: los talibanes y los moderados. Eso sí, el anonimato de la masa puede contagiar a los que se encuentran en una perfomance pacifista.
Como son un grupo muy sectario, y que se retroalimenta, su peligrosidad reside en la capacidad de movilización y manipulación que se pueda llegar a generar, por ejemplo: Las actividades llevadas a la práctica últimamente no han tenido demasiado seguimiento. Podía parecer que estaban perdiendo la atracción de aquellos que defienden el procés. Sin embargo, con la movilización del 21-D han conseguido, como mínimo, despertar una exaltación comparable al de las sectas, donde ellos mismos se animan y se obligan a salir en una fecha determinada.
Su reacción y éxito solo es controlable con una respuesta policial adecuada a la situación. Si se controla como deber ser, planificando de forma optima el servicio puede quedar en una acción normal. Si se subestima y no se planifica bien puede tener un resultado no deseado y violento, incluso llegando a cumplir las proclamas de toma del Parlament, Generalitat y otras instituciones gubernamentales.
GAAR
Sobre este grupo que recientemente ha salido a la luz, poca cosa se sabe, a parte del comunicado que hicieron circular recientemente. En él se daban a conocer al afirmar que “Nuestra organización está pensada para no recibir órdenes, ni directrices de nadie, de manera que si un grupo cae, los otros seguirán efectuando sus acciones de forma independiente”, subrayaba el comunicado, que añadía que cualquiera puede formar uno de estos grupos de forma independiente y cada grupúsculo debe ser “autónomo” y “autoorganizado”, así como que una sola persona podía formar un GAAR. La policía piensan de los GAAR o que bien son un grupo tan hermético que dificilmente se sabra algo de ellos, o que lanzaron ese comunicado y no han conseguido adeptos.
ANC
Cuando hablamos de los CDR no nos podemos olvidar de la ANC. También por redes sociales ha apoyado el movimiento del 21-D. Esta asociación que, a todas luces, se presenta como un ente pacífico, que apoya el independentismo y que es más institucional que violento, esconde la realidad de lo que son y sus pretensiones.
Asamblea Nacional Catalana fue aprobada el 25 de diciembre de 2011. Desde entonces hasta hoy en día se ha mediado para convertirla en un satélite de las CUP. Las personas relevantes que la fundaron han sido sustituidos por personajes de segundo plano y vinculando sus movimientos a las propuestas de las CUP. Recordemos que la única persona imputada por las conclusiones del proceso constituyente es Carme Forcadell. Curioso que un proyecto ideado por las CUP haya tenido sólo un culpable y este sea la primera presidenta de la Asamblea. Sus siglas coinciden con la Asamblea Nacional Constituyente de Maduro. La ANC catalana se define como popular, unitaria, plural y democrática. El mismo discurso que utiliza, por activa y por pasiva, Maduro en sus interminables discursos.
En definitiva, la movilización del 21-D pretende volver al punto de partida del 27 de octubre. Saltándose la ley -como dijo Tardà en el Congreso- si es que no se les escucha. La realidad es que ninguno de ellos está a favor del diálogo. Al menos los más violentos. La gente que no esta a favor de la violencia -después de oír que el Gobierno enviará a 1.000 policías- con toda seguridad muchos se quedaran en casa y no asistirán a la convocatoria.
César Alcalá