
En la Plaza de Sant Jaume
de Barcelona condal,
se insulta a la inteligencia
pese a ser tan cultural;
un año más el Belén
lleva el sello de Colau.
Jamás en toda su historia
su Ayuntamiento ha sufrido
un deterioro tan grande
y carente de sentido.
Su gestión és nauseabunda
y de un total desatino.
La alcaldesa Ada Colau
activista redomada,
preside el Ayuntamiento
a base de echarle cara:
se la pisa cuando anda,
porque su “jeta” és sonada.
Enloda Barcelona
sólo con su mirada;
hiere susceptibilidades
porque le da la gana;
y su procacidad,
la ha encumbrado a la fama.
Francisco Barbachano