Xavier Cruzado, vecino de Sant Pere de Vilamajor ha pedido al Ayuntamiento que haga una consulta para que los vecinos puedan decidir si se prohíbe la caza deportiva en el término municipal. Ya ha formalizado la petición con una instancia registrada en septiembre y espera que el tema se debata en el próximo pleno de noviembre. Raquel Salcedo, concejala de Sanidad y Comunicación, explicó que la idea ha sido trasladada al Consell de Poble, que “es el órgano para discutir cualquier tipo de consulta”. Cruzado sostiene que la posibilidad de convocar una consulta queda recogida en la ley de consultas populares no referendarias y otras formas de participación del Parlamento catalán. Si el Consell de Poble se pronuncia antes del próximo pleno del 29 de noviembre, la alcaldesa podría dar cuenta de este asunto durante la sesión. De momento Cruzado ha convocado a los vecinos interesados en la propuesta a acudir al pleno.

La petición se hace en base a la defensa de los animales. “Asesinar animales inocentes en los hábitats naturales es injusto, independientemente de los beneficios que genere para las áreas rurales”, recoge el texto presentado en el Ayuntamiento. También dice que “no se puede poner los intereses de los cazadores a continuar disfrutando de una simple afición por encima del interés de los animales a no ser asesinados y vivir en libertad”. Y entiende que hay otros sistemas como la esterilización de hembras para controlar la población de jabalíes.

Además, pone sobre la mesa elementos ambientales: la actividad cinegética reparte restos de plomo por los entornos naturales “y contaminan la tierra que nos ha de alimentar y los acuíferos que nos han de paliar la sed”, dice. Además, condiciona la actividad de ocio de otras personas. “No puede ser que por miedo de recibir un disparo no puedas salir a pasear por los caminos de alrededor de tu pueblo.” Si el Ayuntamiento no se mueve, Cruzado buscará firmas de apoyo entre los vecinos con un puesto en el mercado de Sant Antoni. También la ayuda de entidades animalistas.

En el Vallès Oriental, ya hay otros municipios que tienen la calificación por parte de la Generalidad de áreas de seguridad de caza que implica que sólo se puede cazar con autorización expresa de los agentes rurales. Es el caso de l’Ametlla o de Lliçà de Vall.  En la zona del Montseny que incluye Sant Pere de Vilamajor sin embargo, a menudo se deben hacer batidas por los daños que especies como el jabalí o el conejo generan en campos de cultivo. En otros, la ocupación del territorio urbanizado también hace que la actividad cinegética esté muy limitada.