César Alcalá

Espectáculo bochornoso. Esto es lo que estamos viviendo en Cataluña en los últimos días. Desde el movimiento revolucionario del pasado 1 de octubre al discurso de Torra en el Parlament. Y mientras tanto Sánchez no se entera de la realidad.

No entraremos en los hechos ocurridos por los CDR. La realidad es que era de esperar. Cuando una manifestación acaba en el Parlament, es de suponer que intentaran conquistarlo. Estos personajes no respetan nada. Hace un año se cargaron la Constitución y el Estatut. Un año después querían conquistar la máxima institución catalana. Y les importa muy poco lo que la gente piense. Ellos van a la suya. Lo que me extraña o me gustaría saber es qué hacía Cs a aquellas horas ahí. Sabiendo que iban a haber bofetadas, ¿no podían haberse ido antes? A no ser que buscaran la foto.

El discurso amenazador de Torra forma parte de ese bochorno. La verdad es que solo saben amenazar. Recientemente un servidor recibió amenazas, por un miembro de ERC, porque no le gustaban mis twitters. No estaba de acuerdo con ellos y pidió -con malas formas- que no lo volviera a hacer. La verdad es que, a estas alturas, dichas amenazas son palabras baldías. Ahora bien, es su carácter y su forma de actuar. No saben hacer otra cosa, como ya he dicho.

Y a Torra le pasó esto. Se consideran superiores a todos y todos están por debajo suyo. Torra está convencido que volverá a ganar unas elecciones, que si aprieta conseguirá la independencia y que Cataluña será esa utopía que solo algunos tienen en su cabeza. Por eso le importa muy poco lo que ocurra no sólo en la calle, sino en el mundo. Estos personajes no ven más allá de sus narices.

El gran problema es que quieren devolver Cataluña a la Edad Media. Quieren volver a la época de Wilfredo el Belloso. Esto es, un pueblo tercermundista, con el catalán como único idioma y utilizando su propia moneda. De espaldas al mundo y siendo muy felices.

La realidad es que hasta aquella Europa que consideraban suya les está dando la espalda. No hace mucho Puigdemont y los suyos querían internacionalizar el “conflicto”. No solo no lo han conseguido, sino que Europa se ha dado cuenta de la gran mentira.

El procés está muy deteriorado y acabado. Se les ha acabado la tontería. Ahora bien, el problema es que hay una colección de lanares que aún se creen un discurso caduco. Como el que me amenazó. Un personaje negro que se considera superior por hablar sólo en catalán y que su meta es ver una floreciente tierra catalana separada no solo de España, sino del mundo. Esa es la meta de unos en detrimento de otros.

La verdad es que estamos mucho mejor que hace un año. Poco a poco el mundo se ha dado cuenta de la gran mentira. Que se falseó todo. Que mentían. Ahora solo cabe restablecer el status quo y que Cataluña vuelva a ser aquello que algunos vivimos. Cada vez somos más los que estamos a favor de reestablecerlo. Y no solo en Cataluña. España no permitirá que uno de sus hijos se marche.

Torra y sus acólitos tienen las horas contadas. Esta experiencia nos tiene que hacer reflexionar. No debemos permitir que algo parecido se vuelva a producir.

César Alcalá