Que será otoño caliente
no hay quien lo pueda dudar;
que el ambiente está que trina
y no apunta a cambiar,
si acaso, a lo que apunta,
es que pueda empeorar.
El 155, siempre de mal recordar,
está más cerca que nunca
y el gran Sánchez cambiante
lo volverá a instaurar
alegando, no se qué,
pero algo alegará.
Catalunya está cansada
de tanta intranquilidad,
y las fechas que se acercan
generan inseguridad;
que del seny, nadie se acuerda,
pese a ser tan catalán.
Lo que sin duda cabrea
de esos desmanes, sin par,
es que todos son conscientes
de cómo ha de acabar;
y eso no lo quiere nadie,
y menos un catalán.
Francisco Barbachano