Una empresa de Santa María de Palautordera ha patentado en todo el mundo un sistema para apagar incendios forestales desde el aire, que utiliza el helicóptero bombardero como si fuera un preciso bisturí. El modelo que ha inventado la firma Vallfirest utiliza agua y espuma y la novedad es que con una especie de cañón, el piloto puede dirigir el chorro hacia donde quiera. Con la misma agua pueden atacar el doble de metros de fuego que con el sistema tradicional. Además, pueden actuar a más altura e impedir, así, que el viento que genera la hélice atice el incendio.
Desde el año 1982 los helicópteros lanzan cubos de agua y se llevan el 60% del presupuesto según el gerente de la empresa Vallfirest, Javier Baena. El sistema que han patentado, que se llama Leo, pone la espuma donde quiere el piloto y aumenta la eficiencia de las descargas según explica este ingeniero forestal y bombero. Es uno de los inventores del sistema Leo.
Los helicópteros que funcionan con este modelo llevan dos depósitos, uno con un mínimo de 800 litros de agua y un máximo de 8.000, y otro de espuma, con una motobomba y un cañón por donde sale la mezcla. El agua se carga por inmersión en una balsa al igual que en el sistema tradicional y tiene capacidad para trabajar durante unas dos horas. Han adaptado los sistemas de extinción de los vehículos terrestres al aire.
Baena explica que pueden cubrir distancias más largas. Con 3 descargas con el sistema tradicional se consigue atacar entre 50 y 70 metros de superficie incendiada mientras que con esta patente llegan a los 200. El depósito donde el agua y la espuma se sujeta con una cuerda larga y así se puede acercar más a las llamas. Pero el helicóptero se puede mantener a más altura, a unos 60 metros, por lo que se evita que se generen turbulencias y el fuego coja nuevas dinámicas por culpa del viento de la hélice.
Además, la espuma actúa como barrera para evitar que las llamas reaviven. El gerente de Vallfirest asegura que el trabajo es tan minucioso y preciso sobre las llamas como el que podría hacer un cirujano.
El sistema se llama Leo en homenaje a un piloto desaparecido que fue formador de otro de los inventores.
Ecuador, Brasil y Colombia quieren incorporar este sistema a sus equipos de extinción y las primeras unidades se entregarán en septiembre. Los Bomberos de la Generalitat han mostrado interés, de momento, en una demostración. Vallfirest, con sede en Santa Maria de Palautordera, comercializa actualmente sus productos a 58 países tras modernizar sistemas de extinción de incendios de toda la vida.