Mossos de la Unidad de Investigación de Granollers detuvieron el pasado 21 de junio a un hombre de 34 años, nacionalidad española y vecino de Aiguafreda como presunto autor de un mínimo de tres robos con fuerza en el piso de un vecino de escalera. El arrestado accedía al domicilio del vecino cuando sabía que no había nadie en casa. Saltaba desde su balcón al otro, situados en la sexta planta del bloque de pisos, y entraba, sin fuerza, por la puerta corredera.
Los hechos se remontan al 8 de abril de este año, cuando los investigadores fueron informados que un hombre había sufrido un robo en su domicilio y que le parecía que no era la primera vez. De hecho, había ido echando de menos algunas cosas en días diferentes como una hucha metálica donde guardaba dinero, una guitarra, etc. Pero que no observaba ningún tipo de forzamiento en los accesos ni en las ventanas.
La víctima volvió a denunciar, unos días más tarde, los mismos hechos. Volvía a echar de menos varios aparatos electrónicos pero que no sabía decir por donde habían entrado.
Los investigadores localizaron en establecimientos de compraventa objetos de características similares a los que la víctima había denunciado como sustraídos. De hecho, en los diversos establecimientos donde se localizaron los objetos, el vendedor había sido siempre la misma persona, el vecino de la víctima. Los agentes, además, comprobaron que los balcones de los dos pisos eran contiguos y que era relativamente fácil pasar de un balcón a otro.
De resultas de la investigación, los mossos comprobaron que el arrestado había entrado al menos tres veces en el domicilio de la víctima. La primera vez el 15 de marzo, cuando echó en falta una videoconsola, el segundo el 5 de abril, cuando desapareció una guitarra eléctrica, y el tercer día el 16 de abril en el que la víctima echó en falta una guitarra acústica y varios aparatos de electrónica. Objetos que aparecieron en tiendas de compraventa.
Muchos de los objetos que el arrestado llevaba, y que habían sido vendidos a tiendas de segunda mano, fueron recuperados y devueltos a su legítimo propietario. En concreto dos teléfonos móviles, dos guitarras y tres videoconsolas.
El detenido pasó a disposición judicial el 22 de junio y el juez decretó su libertad con cargos.