Publicaba el día uno
en mi ripio semanal,
que Iñaki Urdangarin
vivía como un “Raja”;
pero que era inminente
que lo iban a trincar.
Y no se va de rositas
el artífice del NÓOS:
cinco años y diez meses
en la trena pasará,
ya que el Supremo ha fallado
y ya no hay vuelta atrás.
Aún puede recurrir
al Constitucional;
pero serán vanos intentos
que de nada servirán,
ya que la sentencia es firme
y no la modificarán.
Ya sólo es cuestión de días;
de trámites nada más.
La vivienda con barrotes
que el ex duque ocupará,
tendrá gimnasio, jacuzzi,
y calefacción central.
Francisco Barbachano