
Que el enfado es general
es ya toda una evidencia
pues la guerra está servida
porque raya la imprudencia
y, los independentistas,
agotan su paciencia.
Puigdemont y sus secuaces
exponen los mismos fines
y Esquerra Republicana
está hasta los “cataplines”:
que el endiosado de Amer
aburre hasta a sus afines.
Parece estar cabreado
con Urkullo, por lo dicho:
pues le acusa de irreal
por vivir a su capricho.
El vasco no gasta bromas,
pues es sensato y preciso.
Catalunya necesita
con urgencia un gobierno,
y és necesario llegar
cuanto antes a un acuerdo.
¡Basta ya de tanto invento
del hijo del pastelero!
Francisco Barbachano