¿Te has preguntado alguna vez qué es lo que nos lleva a comer fuera de casa? La AECOC (Asociación de Fabricantes y Distribuidores de España) sí que lo hizo durante el estudio en el que analizó el comportamiento de los españoles. El resultado reveló que mientras un 20% no come en restaurantes porque consideran que comer en casa es más sano, un 45% no sale a comer fuera por el gasto extra que supone y el tanto por ciento restantes opina que lo más importante es su salud. Por tanto, al escoger restaurante tienen en cuenta que se cocine como en casa.
Pero ¿qué se considera ‘casero’? Francia sabe la respuesta
Se considera ‘comida casera’ a todo plato que haya sido cocinado en el mismo local, partiendo de los ingredientes (productos brutos). En esta definición podemos incluir también aquellos platos que han sido elaborados (que no manufacturados) en el restaurante, por ejemplo, incluiríamos: frutos secos, pasta, levadura o condimentos, charcutería, pan, quesos, entre otros ingredientes que forman parte de recetas caseras. En definitiva, se excluirán de la definición de ‘casero’ todos aquellos platos que han sido preparados en cocinas industriales y tan sólo calentados en el restaurante.
El “culpable” de esta ley que define lo que es casero y lo que no lo es ha sido Francia. ¿Su objetivo? Desenmascarar aquellos restaurantes de comida rápida que sirven platos precocinados. Tanto es así que los franceses se han convertido en los primeros ciudadanos del mundo en aplicar un sello en las cartas de los restaurantes caseros, con el fin de distinguirlos de aquellos que carecen de esta calidad. Sin duda una buena forma de distinguir la profesionalidad de un plato elaborado 100% en el restaurante donde lo consumimos.
Pese a que en España no existe tal ley, si que tenemos el mismo concepto que en Francia a la hora de valorar un restaurante. Así explica Jesús Contreras, responsable del Observatorio de la Alimentación:
«Idealizamos la comida casera en términos de sabor, de nostalgia. Existen hasta unas cuantas franquicias que se anuncian como si ofrecieran productos preparados en casa. Lo tradicional se ha convertido en un valor de la modernidad».
Esto explica por qué cada vez optamos más por consumir comida casera, tanto cuando vamos a un restaurante como cuando pedimos comida a domicilio. Y es que con la evolución del take away, ya podemos encontrar incluso quién nos cocine platos caseros como lentejas, croquetas, albóndigas, huevos rotos, paella o patatas bravas, ya sea en restaurantes como en servicio a domicilio ¿Se puede pedir más?
La tortilla de patatas, la más solicitada
Está demostrado que a los españoles nos gusta comer con mantel, sentados en la mesa y con menú del día. Así, de acuerdo al estudio “El estilo de vida de los españoles”, elaborado por Nielse, un 54% de nosotros preferimos sentarnos en un restaurante mientras que un 43% opta por la comida rápida.
De hecho, nuestro plato preferido, de acuerdo a este estudio, es la tortilla de patatas. Y es que, tal y como reveló EAE Business School en su informe, España (junto con Italia) se resiste a la comida rápida.