Una semana después de haber sufrido un escrache, protagonizado por una serie de vecinos, durante la visita al Pessebre vivent de Sant Fost de Campsentelles, Andrea Levy regresó al Valles Oriental. En esta ocasión a Montmeló. Invitada por el representante de esta población, Carlos Román, Levy mantuvo una reunión con empresarios de la comarca. Estos le expusieron su preocupación. La principal es saber lo qué ocurrirá tras el 21-D. Otra de las preocupaciones fue el 155. Algunos de ellos expresaron que quizás había sido muy blanda su aplicación. Levy les respondió que la debilidad del 155 había sido por la falta de un apoyo explicito del PSOE. Lo mismo que el problema educativo en Cataluña. “Siempre que se ha planteado este tema en Madrid, comentó, el PSOE se ha puesto de perfil”.
A continuación tuvo la oportunidad de dirigirse a afiliados y vecinos de Montmeló. Levy comentó la importancia de las elecciones del próximo 21-D. Y no sólo para dar un giro a la política vivida en Catalunya. “Hemos vivido una época muy complicada y con una fuerte presión por parte de aquellos que nos quieren echar de nuestra casa”, comentó. Se tiene que ir a votar para que el constitucionalismo vuelva a estabilizar la sociedad catalana. Y es muy importante que este voto sea para el Partido Popular. “A diferencia de otros, añadió, nosotros estamos acostumbrados a gobernar. El cambió en Cataluña debe pasar por el PP”. Levy argumentó que no se puede pensar en el voto útil, sino en el voto que servirá para tender puentes y para cambiar inercias educativas y de comunicación que se han establecido en Cataluña y han servido para adoctrinar. “Debemos cambiar inercias y debemos reajustar aquellas cosas que han carcomido a la sociedad catalana”.
Ha finalizado su intervención hablando de los acuerdos del consejo de ministros. Entre ellos el cierre de Diplocat y las webs vinculadas al procés. Ha repetido, ya lo había apuntado con los empresarios, que la aplicación del 155 ha sido muy bien aceptado por la sociedad catalana. Tras aplicarse no ha pasado nada. Y tampoco con el cierre de webs y embajadas. “La sociedad catalana está cansada del procés, de ahí la facilidad que hemos tenido con el 155”. Al finalizar el acto ha podido hablar con los ahí congregados. A diferencia de una semana antes, el acto en Montmeló estuvo marcado por la tranquilidad social.