Lo he dicho más de una vez
y lo he escrito y publicado;
lo he difundido por radio
y en tertulias comentado;
pese a saber que al jerarca,
ello le importa un carajo.
Dicen que és normativa
del ministro de trabajo
que le obliga, a la banca,
a inquietar al jubilado;
preguntando, si está vivo,
o caso ya ha palmado.
Esa insensibilidad
sumamente manifiesta,
bien merecería un plante
de la banca si quisiera;
no molestando al cliente,
tan indecorosamente.
¿No hay otros procedimientos
para saber si estás vivo,
o es que se recochinean
pensando que crías malvas?
¡Si indecente és el gobierno:
más indecente es la banca!
Francisco Barbachano