La vicesecretaria de estudios y programas del Partido Popular y número dos en la lista al Parlament de Cataluña, Andrea Levy, fue invitada el domingo 10 de diciembre a disfrutar del Pessebre vivient de Sant Fost de Campsentelles por la alcaldesa Montserrat Sanmartí. Por motivo de salud no pudo atenderla, pero si el primer teniente de alcalde Juan Francisco Fernández Álvarez. Después de una breve recepción en el ayuntamiento, donde se le comentó los peligros de la carretera B-500 y sus posibles soluciones, se traslado al Pessebre vivent.
Allí la estaban esperando un reducido grupo de personas, vinculadas con ERC, que han manifestado su protesta por el encarcelamiento de los políticos del procés. Su protesta ha sido persistente y provocadora. Con móviles encendidos que tenían el famoso lazo amarillo y ciertos carteles con las fotos de los presos. Algunas personas allí presente han increpado a Andrea Levy, diciéndole que aquello era tradición catalana y que ella no tenía nada que hacer allí. También las 7 personas que la han seguido iban comentando que era una vergüenza y una provocación que estuviera allí.
Al terminar la visita Andrea Levy ha comentado a los medios que allí se han desplazado que le parecía vergonzoso lo que había vivido. Que era una invitada del ayuntamiento y que esas personas querían silenciar su visita. Que era libre de ir donde la invitan y que todas esas personas desearían que se marchara de Cataluña. “eso no lo van a conseguir y tampoco nos van a callar” ha afirmado. Le ha parecido vergonzoso lo vivido, pero no se ha amedrentado. Es más, volverá a Sant Fost de Campsentelles y ha reconocido que es muy importante para la población poder resolver, de una vez por siempre, el problema de la B-500. “Lo vivido hoy nos da más fuera para trabajar para todos los catalanes” ha sentenciado. Mencionar que una gran parte de los vecinos que estaban disfrutando del Pessebre vivient han apoyado la visita de Andrea Levy y se han encarado con ese reducido grupo de personas que no han conseguido reventar un acto como el vivido en Sant Fost de Campsentelles.