Francisco Barbachano

Juan María Urdangarin
padre de Iñaki, el del Nóos,
sospechaba que a su vástago
le pudiese la ambición
y, confesó a sus amigos,
que ese era su temor.

Y no andaba equivocado
el guipuzcoano señor
al creer que, el poder,
invita a la corrupción;
y es qué, el recto Juan María,
temía su condición.

Conocía bien a Iñaki
tan hábil con un balón:
hombre de pocos escrúpulos
y de marcada ambición
en su vida personal,
o bien como jugador.

El temor del patriarca
confirmó tener razón,
y al guaperas ex del Barça
le pudo la tentación:
creyó, que un duque era impune,
hasta de la corrupción.

Francisco Barbachano