Entre lo que anda escaso
está el sentido común.
Es decir, lo razonable,
que es lo sereno y loable
además de, por supuesto,
ser del todo aconsejable.
Se vive casi a diario
en medio de una jauría.
El peligro es el pan nuestro
que se sufre cada día.
Reina la intranquilidad
por culpa de la codicia.
En España se ha llegado
a limites tan extremos,
que preocupa a todas horas
ese gran desasosiego;
inquietando al ciudadano
cansado de tanto invento.
No hay día que no amanezca
plagado de enfrentamientos ;
“que haya ruido de espadas
y los bastos anden sueltos”
y entre tanto, la inquietud,
nos tenga a todos contentos.
Francisco Barbachano