La Comisaría del Cuerpo Nacional de Policia de Granollers ha sido escenario de una insólita historia. Una vecina de la ciudad, Claudia Divo de 24 años, acudió allí el pasado mes de agosto para renovar su DNI y se encontró con la sorpresa de que mientras le atendían le desapareció el teléfono móvil. Tras diversas indagaciones descubrió que el autor del hurto era el agente que le había atendido. El Cuerpo Nacional de Policia ya ha suspendido provisionalmente de empleo y sueldo al agente autor de este hurto. El Cuerpo Nacional de Policia considera el hecho muy grave y todo apunta a que el expediente sancionador que se ha abierto contra el agente terminará con una supensión de empleo y sueldo de dos años que es lo que prevé la normativa disciplinaria en estos casos. El Cuerpo Nacional de Policia ha enviado a Divo una carta en la que se disculpan por el comportamiento del agente.

Según explica la joven de Granollers afectada hoy en el diario Ara, se dio cuenta de que no tenía su teléfono mientras estaba siendo atendida por un agente de la Policía Nacional y esperaba que le prepararan el DNI nuevo. Lo buscó sin éxito en su bolso y por el suelo de la comisaría ya que estaba segura que hacía tan sólo unos segundos lo llevaba encima. Preguntó al policía que la atendía pero éste le dijo que tampoco lo había visto.

Al parecer empezó a sospechar que algo raro pasaba cuando el policía le aconsejó que preguntara en el bar de enfrente e incluso la acompañó a la puerta. Divo fue hacia el bar, pero a medio camino se dió cuenta de que aquello no tenía ningún sentido ya que no había estado en el bar.  Cuando volvía a la comisaría vió que el policía salía de dentro de una habitación y cerraba la puerta con llave. Le pareció extraño y volvió a preguntarle por el móvil, pero el agente le dijo que había revisado las imágenes de las cámaras y que el móvil no aparecía en ninguna parte.

En este punto empezó a sospechar del policía y pidió ayuda a otro agente de la comisaría. Los otros agentes constataron que algo raro pasaba ya que no había cámaras en esa zona de la comisaría de Granollers. El hurto efectuado por el policía se descubrió como sucede en las películas:  todos escucharon como se oía el timbre de un teléfono en la habitación cerrada. Uno de los policía entró en la misma y comprobó que el sonido procedía del armario del agente. El móvil desaparecido estaba entre su ropa. El agente atrapado in fraganti intentó excusarse diciendo que lo había encontrado y que lo había guardado por si lo venían a buscar.