El Circuito de Montmeló hará obras para no quedarse sin una de sus grandes pruebas en 2018: el MotoGP. En el GP de Catalunya disputado hace unas semanas la mayoría de pilotos de la categoría reina se mostraron molestos con el estado de la pista del Circuit de Barcelona-Catalunya, además de criticar los cambios que se habían realizado tras el fatídico accidente de Luis Salom.

Tras algunas tensiones entre pilotos y los responsables del Circuito de Barcelona-Catalunya, finalmente habrá cambios para seguir acogiendo MotoGP en 2018, algo que se había puesto en peligro sino se llevaban a cabo reformas profundas en el trazado catalán. Dichos cambios afectarán sobre todo al asfalto y la curva 12 en la que perdió la vida Salom.

Respecto al asfalto, todos los pilotos coincidían acerca de que estaba demasiado bacheado y que era necesario un cambio de superficie -el último data del año 2007-. Al acoger tantos eventos de motor a lo largo del año, era de esperar que el asfalto empezase a mostrar baches y demás irregularidades tarde o temprano. De este modo, y atendiendo a las exigencias de los pilotos de MotoGP, se cambiará el asfalto del circuito.

En lo que hace mención a la curva 12, y después de probar varios experimentos en 2016 y 2017, finalmente se volverá a la configuración original de esa curva con la diferencia de que la escapatoria será ahora más grande para evitar sucesos como el de Salom. Para poder llevar esta modificación a cabo, también habrá que retrasar la posición de las gradas situadas en ese punto del circuito.

Unos cambios que tendrán lugar después de que el propio Carmelo Ezpeleta señalara que, de no haber cambios en el circuito, este se quedaría fuera del calendario de MotoGP 2018. Parece ser que finalmente no será así y seguirá habiendo carreras en Montmeló el año que viene.