
¡Menos mal que ha llegado
un Pedro Sánchez
capaz de arreglar,
lo que aquel Sánchez,
elevó a categoría
de gran calamidad!
Pantomima de unidad:
pues surgen los odios,
entre barones defenestrados
y ‘sanchistas’ acomodados.
Las espadas del PSOE,
siguen de punta y en alto.
En el pasado congreso
en el PSOE ardió Troya.
En privado se dijeron
las lindezas más sonoras;
que el tal Sánchez, revanchista,
quiere aplastarlos a todos.
Begoña, mujer de Sánchez ,
vuelve a verse en la Moncloa;
que le puede la ambición
de lograr esa poltrona.
Lo de España es secundario,
lo que prima es la bicoca.
Francisco Barbachano